miércoles, 4 de junio de 2014

Desvariando un poco, debería decir que cree indudablemente en ese destino incierto y asombroso. Que se muere de miedo, que se aleja y vuelve a acercase porque así es. Una taza de café y una noche fría, el escenario perfecto para sacar conclusiones, ordenar algo en el desorden mental. Dejame decirte que era perfecta la manera en que dudaba de (digamos que) absolutamente todo. Porque si, claramente la idea de avanzar algo la aterraba. Y tenía tanto que decir, tanto que liberar que apenas podía encontrar las palabras correctas. Que ironía. Soñaba solo lo que la atormentaba y estaba bien, había sido algo con lo que aprendía a convivir, lo esperaba. Probablemente para hacer de eso algo más llevadero, como el día a día, como aquellas personas a las que solía apreciar pero a la vez rechazaba algunas veces. Porque si, porque a veces se sentía totalmente vacía pero llena. En fin, a qué debería apuntar? 

miércoles, 28 de mayo de 2014

Miércoles, 1.43am. Ese repentino momento de necesitar expresar todo aquello que se cruza en mente. Noches desveladas, de música, reflexión, inspiración y deseo. En parte por querer que aquello marche como hasta ahora, miedo a la vez de que todo suceda de manera dulce, impactante, aterradora y  adecuada en la que lo hace. Hablando de un todo, podría decir que quiero quedarme en el hoy, que por fin un cambio se acercó, de esos que no suelen suceder con frecuencia pero que cuando lo hacen, borran cada sonido de la voz, borran cada palabra de manera alucinante. Alucinante como la forma misma en que se dan los actos, consecutivos, alineados. Quizás en este enredo, lo único que busco es tratar de decir una simple frase tal como "quedate conmigo", francamente no hay algo específico que me interese resaltar más que eso en este preciso instante. Es interesante la historia que, claramente, no podría ser diferente. Complicada y particular como lo que nos define. No lo arruines, no quiero arruinarlo. Dejemos todo así, que siga sucediendo por sí mismo, el hecho y el efecto y las noches desveladas pensando nada más que en eso. 

miércoles, 12 de marzo de 2014

Probablemente la idea de cambio te aterre de antemano, te haga falta el impulso para darte aliento a creer que estas en buen camino. Dejar atrás y comenzar, saber que podes fallar y perder el tiempo aunque, normalmente, te dirían que no es una pérdida. El rumbo inestable, la falta de certeza y la necesidad, por otro lado, de arriesgarte.

Probablemente así me sienta. 

viernes, 31 de enero de 2014

El preciso momento en donde creia que todo lo que conocía de repente se convirtió en todo lo contrario. Un campo desconocido en donde no existe ese algo familiar, reconocible, confortable. Una actitud absurda y una necesidad incontrolable de volver sobre las pisadas, creía que aquello de lo que estaba tan segura poder manejar, al fin y al cabo se fue de las manos. La idea y el hecho, el espacio entre lo creído y la realidad, que juega, se burla y termina en cuestión de un momento para dejar un desastre como desenlace. No existe tal forma de volver ni hacer de cuenta que. Existe una certeza, la idea que no resulta, nada resulta. El preciso momento en el que desistí.

sábado, 11 de enero de 2014

Decime en qué momento te convertiste en ayer, si me olvidaste o no fue necesario si quiera, si alguien más me haría olvidar de esa historia no tan perfecta que ambos teníamos en mente o si fue solo una idea tonta, una más en mi mente. Decime si nada tiene sentido, y si lo tiene, si lo encontraste, enseñámelo, para que yo pueda así tratar de entenderlo. Una parte de mi es la que respira si ataduras porque fue lo correcto, fue un momento de creer que aquello que unos pocos defienden, podría suceder. Solo yo podría entender mis delirios, que me roban el sueño y me persiguen. Decime que significa todo esto. porque aquello a lo que le temía, finalmente sucedió.
No me digas nada, porque sos un completo extraño, de esos con los que uno no habla. No me digas nada, porque prefiero no saber, cualquier cosa que puedas hacerme saber, no sería de mi agrado, tu vida y ese alguien que encuentres que te haga sonreír. No me cuentes, porque no quiero saber de vos, ni de continuación. Por mi parte desconocido,te comento que estoy totalmente perdida, esperando que vengas y me cuentes todo aquello que no quiero saber. Estoy esperando algo, alguien tal vez, que no termine siendo una persona que camine por las calles y que salude solo por educación, un saludo incómodo, de esos que suceden solo por cortesía, y que cuando pasan,giras y volves a ver a esa persona, porque no podes creer como cambiaron las cosas, como pasaron de contarse hasta el mínimo detalle personal, a no saber absolutamente nada del otro y fingir que la confianza que había, nunca existió.
Decime como fue que terminé escribiendo de una historia que no existe, de un extraño y de vos, y decime, si es que acaso tengo que continuar. No me digas si vos lo hiciste, solo si yo debería.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Escribo una última noche para despedirme de lo que fue el año. Finalmente se termina una etapa en mi vida y comienza otra, frase usualmente dicha pero, al fin y al cabo, cierta. Qué decir? Creo sinceramente que fue un año duro,  preferible no  mencionar todo, pero claramente fue así. No pretendo  tampoco escribir cual discurso sentimental. En resumen, me despido de un año y espero, realmente, que el siguiente sea totalmente distinto, claramente una vida empieza y espero que ese comienzo venga acompañado de hechos que sean para bien, de personas, momentos, proyectos y sobretodo certezas. Certeza de que sea un año que al finalizar, haga sentirme feliz por todo lo vivido, haga tenerme ganas de agradecer solamente por todo lo bueno que haya pasado y aunque sea seguro que haya caídas, que sean las mínimas. Quiero y necesito que algo cambie.

Última noche 2013. 

jueves, 12 de diciembre de 2013

Trae consigo un sinfín de ilusiones, sentimientos,  propósitos, miedos. Mezcla de valentía y cobardía, duda y certeza, certeza de querer una aventura que agregar, duda de saber si aquello que espera ser un salto, sea el salto correcto en el momento correcto. Trae consigo la necesidad de apostar a ciegas, ganar o perder. Corre sin rumbo fijo, deseando buscar y encontrar aquello que piensa desde hace tiempo.  No mide tiempo ni distancia, para no acordarse lo que no es necesario, para no dejar rastro ni espacio al reclamo. Colecciona momentos, no cualquiera, sino aquel que logra generar una emoción en particular pero que a la vez es imposible de describir. Se anima a un cambio, a ponerle fin a un juego para empezar otro, y sin pensarlo, arriesga, realiza una última jugada sabiendo por dentro que el final no va a ser una victoria, todo lo contrario, el final va a ser triste por un momento, lindo y triste nuevamente. Lo confirma y evita pensarlo, aunque por dentro muere de ganas de volver a cometer el mismo error, de tentarse y apostar esta vez, por ella misma, por eso que siente y que es verdadero pero lo frena el hecho de saber que no depende de sí, como suele pasar. Sin embargo el riesgo es necesario, porque a partir de allí, sigue, porque así debe ser, su vida y su elección, corre y avanza nuevo, sin avisar, accediendo a las consecuencias, sabiendo que aquello que podría haber sido una historias de esas parecidas a las películas, no termina siendo otra cosa más que una historia más, sin terminar, con un final dudoso, protagonista, leyendo las líneas, aceptándolas sin discusión, quizás por miedo, quizás porque prefiere tomar eso como una lección, ahora sabe (tras otra dolorosa demostración) que la vida no es más que una prueba, que el amor de las películas es solo eso, que la tragedia aparece constantemente, pero que a la vez el sentido es encontrarle lo lindo. Es una historia más en su vida, que guarda porque genera algo que nunca antes había generado en ella, un riesgo que valió la pena correr, que fue hermoso y fue melodía, de esas agradables de escuchar, que se escuchan una y otra vez. Sigue en su camino porque de lo contrario, le costaría solo un segundo volver, extraña pero lo esconde. Ese sentimiento, qué decir? Responsable de toda aquella acción, de las que después llevan al arrepentimiento. Responsable de todo acto impulsivo, liberante. Lo extraña. Sigue y anhela con todas sus fuerzas un rescate, un alguien por quien levantarse todas las mañanas con el propósito de verlo, o solo por la simple razón de tener un motivo de hacerlo. Lo extraña. Las noches son todo un desafío, se despierta asustada en el medio de ella, trata de respirar suavemente hasta que ese sentimiento (difícil de explicar) poco a poco va desapareciendo. Cree que es nostalgia pero cada vez que aparece, viene junto con ello una sensación de angustia, algo que necesita consigo pero no sabe qué exactamente, algo que esta mal en alguna parte, que falta en su vida. Ya lo conoce de todas maneras, es un momento nada más, constante por cierto, por eso no desespera, solamente respira y espera a que pase. Sus sueños son todo un misterio, sus pesadillas son aún mayores, eso es algo a lo que ya está acostumbrada también, pero cada vez es más difícil conseguir quedarse dormida. El momento de la noche en el que todo es un silencio, todo está oscuro, ese es precisamente el momento en el que todos esos recuerdos que colecciona la atormentan, aquellos que evita son los peores, porque intentan encontrar un espacio para quedarse, son rechazados. Es una lucha, que termina porque le gana el cansancio, se despierta y se duerme otra vez, reiteradas veces hasta que de repente es un nuevo día. De esos en los que continúa para coleccionar, o no, un nuevo momento.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana. 
Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más 
solos. Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas. Trote 
hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón. 
¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo, 
y cuál será la intención de los papeles que se arrastran en los 
patios vacíos?. 
Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse las 
mentiras, y en que las cañerías tienen gritos estrangulados, 
como si se asfixiaran dentro de las paredes. 
A veces se piensa, al dar vuelta la llave de la electricidad, 
en el espanto que sentirán las sombras, y quisiéramos avisarles 
para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones. Y a 
veces las cruces de los postes telefónicos, sobre las azoteas, 
tiene algo de siniestro y uno quisiera rozarse a las paredes, 
como un gato o como un ladrón. 
Noches en las que desearíamos que nos pasaran la mano por el 
lomo, y en las que súbitamente se comprende que no hay ternura 
comparable a la de acariciar algo que duerme. 


Oliverio Girondo.

jueves, 4 de julio de 2013

Nada más que palabras al azar.

Sé que nadie elige la vida misma, que nadie nace sabiendo, prediciendo o evitando. Sé que no es posible crecer sin caer, es de ello, justamente, de caídas de lo que aprendemos, de lo que ganamos experiencia, de lo que no va formando como personas. Sé que el camino es largo y que una vez llegado el final, uno mira atrás y se encuentra con todo una vida hecha, todo una vida vivida. Sé que el tiempo corre y no vuelve. Sé que no hay segundas oportunidades ni nadie que te diga que hacer y que no. Sé que los errores se cometen para no volver a repetirlos y que a veces es necesarios cometerlos más de una vez para darse cuenta realmente. Sé que uno mismo, uno solo es el responsable de sus propias acciones. Sé que tenemos conciencia y poder de discernimiento por algún motivo y que de ello depende el hecho de poder descansar en las noches sabiendo que diste lo mejor de vos. Sé que uno recibe lo que da y que en algún momento aquello que hiciste, vuelve. Sé que absolutamente todo tiene su razón de ser, incluso siendo algo imposible de creer y sé que en algún momento uno debe preguntarse quién pretende ser en su vida. Sé que las personas que conoces dejan una huella, una marca, una enseñanza, ya sea para bien o mal y sé que nada es casualidad. Sé que en algún lugar se encuentra la persona que realmente es para vos y sé que por más que las circunstancias no ayuden, uno mismo elige como estar. Sé que los sentimientos muchas veces escapan a nuestra capacidad de control y sé que no hay nada más triste en la vida de una persona que negarse a ellos. Sé que no hay nada más cobarde que girar el rostro para no hacerse cargo de algo por lo que se es únicamente culpable y sé que no existe nada que más gratificante que aprender a perdonar, vivir en paz con uno mismo, quererse y aceptarse tal cual somos, porque no hay nada que podamos hacer contra eso. Sé que muchos saben del dolor más que otros y sé que muchos saben los que es valorar más que otros, por el simple hecho de tener aprender como ganarse lo que uno mismo necesita. Sé que muchos son beneficiados y otros perjudicados y sé que la vida muchas veces es injusta en ese sentido. Sé que por más que el entorno te fuerce a ser de una manera, uno siempre es libre de optar otro camino, y sé que, lamentablemente, pocas son las personas que realmente te acompañan durante toda tu vida, por el simple hecho de querer pertenecer a ella. Sé que la vida es un juego y que uno mismo es el responsable de disfrutarlo o vivir compitiendo con la simple meta de sentirse el mejor, lo que, al final de cuentas, no te convierte en nada más que en un desgraciado.