Y quizás mañana te encuentre en la sombra de cualquier desconocido.
miércoles, 4 de junio de 2014
Desvariando un poco, debería decir que cree indudablemente en ese destino incierto y asombroso. Que se muere de miedo, que se aleja y vuelve a acercase porque así es. Una taza de café y una noche fría, el escenario perfecto para sacar conclusiones, ordenar algo en el desorden mental. Dejame decirte que era perfecta la manera en que dudaba de (digamos que) absolutamente todo. Porque si, claramente la idea de avanzar algo la aterraba. Y tenía tanto que decir, tanto que liberar que apenas podía encontrar las palabras correctas. Que ironía. Soñaba solo lo que la atormentaba y estaba bien, había sido algo con lo que aprendía a convivir, lo esperaba. Probablemente para hacer de eso algo más llevadero, como el día a día, como aquellas personas a las que solía apreciar pero a la vez rechazaba algunas veces. Porque si, porque a veces se sentía totalmente vacía pero llena. En fin, a qué debería apuntar?
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