Y quizás mañana te encuentre en la sombra de cualquier desconocido.
domingo, 24 de febrero de 2013
Paradójico pensar que hoy me siento y escribo de algo pasado. Le dimos tiempo al tiempo, pero al final, no había nada más que un vacío que no pudimos llenar, silencio, miradas y un amor que duele. Luchar por lo que uno quiere, a veces no es la mejor solución, uno termina ilusionandoce por recuperar lo que ya no se puede, por más de saberlo, prefiriendo apostar todo de nuevo con el presentimiento de que sea en vano, y al final, tenías razón. Yo prefiero cerrar los ojos y sonreír inconscientemente por aquello que me hacía feliz, presencia, voz, mirada, cuerpo, amor, ridiculez, todo de él en sí. Creo en el destino, y me gusta pensar que capaz sea el, el destino, el que nos reúna en un futuro, un encuentro inesperado y que cuando nos crucemos, nuestras vidas sean las mismas, para que volvamos a empezar de nuevo, solo que con más experiencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario