Hoy no valen los arrepentimientos, aquellos que nacen después de cada acción.
Hoy
no valen esas lágrimas derramadas, la mayoría de las veces sin sentido.
Hoy
no valen los recuerdos, la nostalgia.
Hoy
se trata de seguir o morir.
Hoy
se trata de continuar más allá de todo
porque la vida es muy corta.
Hoy
no valen los fallos, el dolor ni nada
que te lastime.
Hoy
sólo preocúpate por aquello que te hace bien, porque al fin y al cabo… ¿Realmente
a quién le importas? Solo tú eres el
responsable de tus propios actos
y estados.
Hoy
es un nuevo día en el que nada es imposible, en donde hasta lo más inesperado puede suceder.

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