martes, 4 de enero de 2011



-Yo te prometo un para siempre, ¿Tú me lo prometes?
-Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
-Bueno, aunque te odie, si me necesitas iré.
-No lo creo...Si me odias, no me querrás ver.
-Pues cierro los ojos.
-Tampoco me querrás escuchar.
-Pues no te dejaré hablar...
-¿Entonces?
-Te abrazaré y te diré...¿Te acuerdas de aquella tarde que te prometí un para siempre? Lo 
decía en serio.

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